jueves, 6 de agosto de 2015

Ante la farsa electoral, llamamos a impugnar, votar en blanco o no votar

Ante la farsa electoral
Llamamos a impugnar, votar en blanco o no votar

¿Por qué llamamos a votar en blanco, impugnar o no votar?

Cada 2 años, por medio de las elecciones, vivimos una puesta en escena en la cual la burguesía busca legitimar la organización social en la que vivimos, pretendiendo perpetuar las relaciones de producción capitalistas. De esta manera, el pueblo eligiría “democraticamente a sus represntantes” por medio del voto para que estos gobiernen a su favor. Sin embargo, nada mas claro que la constitución para develar la farsa electroal, ya que en su artículo 22 establece que “el pueblo no delibera ni gobierna, sino por medio de sus representantes”. Y los representantes no representan al pueblo trabajador, sino todo lo contrario: representan los intereses de los monopolios, las multinacionales, ruralistas, banqueros, empresarios industriales, es decir, a la burguesía local y transnacional.
En estos 12 años de gobierno kirchnerista, los sectores del poder económico arriba mencionados han tenido ganancias record, como muy bien lo reconoce la presidenta Cristina Kirchner al mencionar que la han “juntado con pala”. Así lo demuestra el balance del año pasado de las 73 principales compañías que cotizan en la Bolsa porteña, ya que estas tuvieron una rentabilidad promedio del 39%1. Para dar sólo algunos ejmeplos, en el 2014, los bancos tuvieron ganancias por $45.937 millones, un 57,6% respecto al mismo período del año anterior; Aluar incrementó su rentabilidad en un 274 por ciento; y las agroalimentarias, en conjunto, alcanzaron una rentabilidad de 391 por ciento. Por otro lado, estudios establecen que la fuga de capitales llega a 400 mil millones de dolares2. En el mismo sentido, la presidenta ha reconocido el pago de más de 200 mil millones de dolares de una deuda ilegítima y fraudulenta. Sin embargo, a contramano del discurso oficial, el endeudamiento público se ha incrementado, ya que a pesar de todo lo pagado, el gobierno reconoce una deuda de 225 mil millones de dolares.
Es decir, mientras el gran capital amasa fortunas y se saquea el país por medio del pago de la deuda odiosa y la fuga de capitales, el 50 % de los trabajadores cobra por debajo de $ 6000 y la jubilación mínima está en $3.821 (llegando a $ 4299 en septiembre), cuando la canasta familiar supera los $14000; más de un tercio de la clase obrera está precarizada y cerca de 10 millones de argenitnos viven en la pobreza; la salud y la educación pública estan cada vez más vaciadas, en acelerado proceso de privatización, y un sector importante de la población padece la falta de viviendas, de cloacas y agua potable.
Queda claro que los representantes electos gobiernan en beneficio de la clase capitalista, que las elecciones son una farsa, que el Estado con sus tres poderes y todas sus instituciones, es un instrumento de la burguesía para explotar y oprimir al pueblo trabajador, en pos de garantizar las ganancias de la burguesía.
¿Cual es la situación actual y las perspecitvas?
Producto de la crisis intenacional y de las limitaciones del capitalismo lacal, la economía está estancada, la caída de la industria lleva 23 meses seguidos, el superávit comercial entre enero y junio fue un 62% menor que el año pasado, el déficit fiscal en el primer cuatrimestre trepó a 81.853 millones de pesos (cuatro veces superior al saldo negativo del mismo período del año anterior). Atravezamos un ajuste gradual por medio de un proceso inflacionario que carcome día a día el poder adquisitivo del conjunto del pueblo trabajador afectando más profundamente a los sectores mas empobrecidos.
La impresión de billetes y el endeudamiento permanente del gobierno tiene como consecuencia más inflación, que junto a la depreciación de las monedas de los países de la región, generan mayor presión de devaluación. Por eso en la agenda está instalada la necesidad de corregir el valor del dólar por medio de una devalución brusca y el recorte del gasto quitando subsidios a las tarifas de luz, gas y al transporte. Esta situación tiene como objetivo recortar salario por medio de más inflación, para garantizar la ganancia del gran capital, es decir, pretenden hacer pagar la crisis a la clase trabajadora.
Otro aspecto trascendente de la situación actual es la evidencia de la crísis institucional por la imposibilidad de la burguesía de recomponer el bipartidismo. No sólo hay una ausencia de identidad y proyectos claros, sino que también los partidos políticos patronales que por un lado se unen (armando frentes electorales), y por otro lado, en algunos distritos, se enfrentan, a lo que hay que sumar el pasaje de los candidatos de una fuerza a otra.
En el mismo sentido, la descomposición del Estado se expresa en la guerra entre oficialismo y oposición con carpetazos que se dirimen en los distintos bandos de la justicia, como así también en la feroz interna del oficialismo que afloró en la provicnia de Buenos Aires (principal distrito del país): La pelea bonaerense es despiadada porque en ella están en juego organizaciones territoriales, fortunas incalculables, y, si Scioli no ganara, el posible liderazgo del PJ nacional. Hasta la policía bonaerense se partió: un sector se subordinó a Fernández y otro al ministro de Seguridad Alejandro Granados, alineado con Domínguez3”.
Los candidatos de la burguesía (Scioli, Macri, Massa, etc) se dirimen quien maneja la caja estatal, paraestatal y lo único que pueden llegar a diferir es en la aplicación del ajuste, si es por medio de un shock o de forma gradual, es decir, en estas elecciones, gane quien gane, pierde el pueblo.

El campo popular

El otro aspecto de la crísis institucional está enmarcado por el escepticismo del electorado en que cualquiera de los candidatos pueda mejorar las condiciones de vida. Por el contrario la predisposición de lucha del pueblo y la clase obrera argenitna, de una enorme trayectoria, se refleja en que el 2014 fue un año record de piquetes (6.805) y solo en julio pasado, se realizaron 611 cortes de calles y de rutas4 a lo largo y ancho del país (casi 20 piquetes por día). Es decir, el piquete se ha instalado como método ante cualquier reclamo de los distintos sectores sociales. A esta situación responde la intensificación de la represión, las normativas de criminalización de la protesta (ley antiterrorista, antipiquetes, etc.), el incremento de las policías locales y la estigmatización de los cortes de calles por parte de todo el establishment oficialista y opositor, situación que se intensificará a medida que se profundice el ajuste con el respectivo crecimiento de la conflictividad.
Para destacar son las heroicas luchas de los aceiteros, los trabajadores del frigorífico Cresta Roja, la pelea que están dando los trabajadores de la línea 60, y a una semana de las PASO, el paro docente en 4 provincias, incluida la de Buenos Aires. Es decir, el ajuste en marcha, la profundización del mismo planeado por la burguesía y la experiencia combativa del pueblo trabajador pronostican un escenario de intensificación de las luchas callejeras.
En este marco, un sector importante del campo popular con el FIT y sus prtidos a la cabeza, canaliza toda su práctica, su agitacón y su propaganda en el proceso electoral (con un carácter estrictamente economicista) buscando generar expectativas en la clase obrera en encontrar soluciones en el parlamento burgués. Es decir, no participan en el proceso elctoral para denunciar el regimen por medio del cual se explota y se oprime al pueblo trabajador, sino que todo lo contrario, educan al pueblo en desarrollar la confianza en el parlamento. “Por otro lado, a contramano del principio del clasicismo, útiliza las PASO para dirimir sus internas, disputas en las que brilla por su ausencia el debate ideológico y de programa. Todo lo contrario, la única contienda de las organizaciones trostkistas en las internas abiertas es la pelea por los lugares en las boletas.”(Nuestra Visión, julio)
Desde el FAR, no rechazamos las elecciones por principio, entendemos que la lucha se da por medio de todos los métodos, incluído el electoral, pero por los motivos arriba mencionados el FIT no aporta al desarrollo de la conciencia de clase y a promover en las masas la necesidad de la revolución socialista.
En el Frente de Acción Revolucionaria, consideramos que ante la profundización de la crisis económica e institucional, la acción política de las organizaciones clasistas y revolucionarias debe orientarse a denunciar al Estado como herramienta de la burguesía para explotar y oprimir a los trabajadores, aportando a elevar la conciencia de clase. Es necesario promover en las masas obreras que la única expectativa que podemos tener en conquistar nuestros derechos y una vida digna es mediante el desarrollo y la profunización de la lucha. Por eso decimos que en estas elecciones, gane quien gane, pierde el pueblo; por eso llamamos a votar en blanco, a impugnar o no votar.

Frente de Acción Revolucionaria

Por la unidad de los revolucionarios
Por la revolución socialista



1http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-268833-2015-03-24.html
2http://tiempo.infonews.com/nota/145428/aseguran-que-dolares-de-argentinos-en-el-exterior-superan-los-u-s-400-mil-m

4http://diagnosticopolitico.com.ar/index.php

No hay comentarios:

Publicar un comentario