Ante
la farsa electoral
Llamamos
a impugnar, votar en blanco o no votar
¿Por
qué llamamos a votar en blanco, impugnar o no votar?
Cada
2 años, por medio de las elecciones, vivimos una puesta en escena en
la cual la burguesía busca legitimar la organización social en la
que vivimos, pretendiendo perpetuar las relaciones de producción
capitalistas. De esta manera, el pueblo eligiría “democraticamente
a sus represntantes” por medio del voto para que estos gobiernen a
su favor. Sin embargo, nada mas claro que la constitución para
develar la farsa electroal, ya que en su artículo 22 establece que
“el pueblo no delibera ni gobierna, sino por medio de sus
representantes”. Y los representantes no representan al pueblo
trabajador, sino todo lo contrario: representan los intereses de los
monopolios, las multinacionales, ruralistas, banqueros, empresarios
industriales, es decir, a la burguesía local y transnacional.
En estos 12 años de gobierno kirchnerista, los sectores del poder
económico arriba mencionados han tenido ganancias record, como muy
bien lo reconoce la presidenta Cristina Kirchner al mencionar que la
han “juntado con pala”. Así lo demuestra el balance del año
pasado de las 73 principales compañías que cotizan en la Bolsa
porteña, ya que estas tuvieron una rentabilidad promedio del 39%1.
Para dar sólo algunos ejmeplos, en el 2014, los bancos tuvieron
ganancias por $45.937 millones, un 57,6% respecto al mismo período
del año anterior; Aluar incrementó su rentabilidad en un 274 por
ciento; y las agroalimentarias, en conjunto, alcanzaron una
rentabilidad de 391 por ciento. Por otro lado, estudios establecen
que la fuga de capitales llega a 400 mil millones de dolares2.
En el mismo sentido, la presidenta ha reconocido el pago de más de
200 mil millones de dolares de una deuda ilegítima y fraudulenta.
Sin embargo, a contramano del discurso oficial, el endeudamiento
público se ha incrementado, ya que a pesar de todo lo pagado, el
gobierno reconoce una deuda de 225 mil millones de dolares.
Es decir, mientras el gran capital amasa fortunas y se saquea el país
por medio del pago de la deuda odiosa y la fuga de capitales, el 50 %
de los trabajadores cobra por debajo de $ 6000 y la jubilación
mínima está en $3.821 (llegando a
$
4299 en septiembre),
cuando la canasta familiar supera los $14000; más de un tercio de
la clase obrera está precarizada y cerca de 10 millones de
argenitnos viven en la pobreza; la salud y la educación pública
estan cada vez más vaciadas, en acelerado proceso de privatización,
y un sector importante de la población padece la falta de viviendas,
de cloacas y agua potable.
Queda
claro que los representantes electos gobiernan en beneficio de la
clase capitalista, que las elecciones son una farsa, que el Estado
con sus tres poderes y todas sus instituciones, es un instrumento de
la burguesía para explotar y oprimir al pueblo trabajador, en pos de
garantizar las ganancias de la burguesía.
¿Cual
es la situación actual y las perspecitvas?
Producto de la crisis intenacional y de las limitaciones del
capitalismo lacal, la economía está estancada, la caída de la
industria lleva 23 meses seguidos, el superávit comercial entre
enero y junio fue un 62% menor que el año pasado, el déficit fiscal
en el primer cuatrimestre trepó a 81.853 millones de pesos (cuatro
veces superior al saldo negativo del mismo período del año
anterior). Atravezamos un ajuste gradual por medio de un proceso
inflacionario que carcome día a día el poder adquisitivo del
conjunto del pueblo trabajador afectando más profundamente a los
sectores mas empobrecidos.
La
impresión de billetes y el endeudamiento permanente del gobierno
tiene como consecuencia más inflación, que junto a la depreciación
de las monedas de los países de la región, generan mayor presión
de devaluación. Por eso en la agenda está instalada la necesidad de
corregir el valor del dólar por medio de una devalución brusca y el
recorte del gasto quitando subsidios a las tarifas de luz, gas y al
transporte. Esta situación tiene como objetivo recortar salario por
medio de más inflación, para garantizar la ganancia del gran
capital, es decir, pretenden hacer pagar la crisis a la clase
trabajadora.
Otro
aspecto trascendente de la situación actual es la evidencia de la
crísis institucional por la imposibilidad de la burguesía de
recomponer el bipartidismo. No sólo hay una ausencia de identidad y
proyectos claros, sino que también los partidos políticos
patronales que por un lado se unen (armando frentes electorales), y
por otro lado, en algunos distritos, se enfrentan, a lo que hay que
sumar el pasaje de los candidatos de una fuerza a otra.
En
el mismo sentido, la descomposición del Estado se expresa en la
guerra entre oficialismo y oposición con carpetazos que se dirimen
en los distintos bandos de la justicia, como así también en la
feroz interna del oficialismo que afloró en la provicnia de Buenos
Aires (principal distrito del país): “La
pelea bonaerense es despiadada porque en ella están en juego
organizaciones territoriales, fortunas incalculables, y, si Scioli no
ganara, el posible liderazgo del PJ nacional. Hasta la policía
bonaerense se partió: un sector se subordinó a Fernández y otro al
ministro de Seguridad Alejandro Granados, alineado con Domínguez3”.
Los
candidatos de la burguesía (Scioli, Macri, Massa, etc) se dirimen
quien maneja la caja estatal, paraestatal y lo único que pueden
llegar a diferir es en la aplicación del ajuste, si es por medio de
un shock o de forma gradual, es decir, en estas elecciones, gane
quien gane, pierde el pueblo.
El
campo popular
El
otro aspecto de la crísis institucional está enmarcado por el
escepticismo del electorado en que cualquiera de los candidatos pueda
mejorar las condiciones de vida. Por el contrario la predisposición
de lucha del pueblo y la clase obrera argenitna, de una enorme
trayectoria, se refleja en que el 2014 fue un año record de piquetes
(6.805)
y solo en julio pasado, se realizaron 611 cortes de calles y de
rutas4
a lo largo y ancho del país (casi 20 piquetes por día). Es decir,
el piquete se ha instalado como método ante cualquier reclamo de los
distintos sectores sociales. A esta situación responde la
intensificación de la represión, las normativas de criminalización
de la protesta (ley antiterrorista, antipiquetes, etc.), el
incremento de las policías locales y la estigmatización de los
cortes de calles por parte de todo el establishment oficialista y
opositor, situación que se intensificará a medida que se profundice
el ajuste con el respectivo crecimiento de la conflictividad.
Para
destacar son las heroicas luchas de los aceiteros, los trabajadores
del frigorífico Cresta Roja, la pelea que están dando los
trabajadores de la línea 60, y a una semana de las PASO, el paro
docente en 4 provincias, incluida la de Buenos Aires. Es decir, el
ajuste en marcha, la profundización del mismo planeado por la
burguesía y la experiencia combativa del pueblo trabajador
pronostican un escenario de intensificación de las luchas
callejeras.
En
este marco, un sector importante del campo popular con el FIT y sus
prtidos a la cabeza, canaliza toda su práctica, su agitacón y su
propaganda en el proceso electoral (con un carácter estrictamente
economicista) buscando generar expectativas en la clase obrera en
encontrar soluciones en el parlamento burgués. Es decir, no
participan en el proceso elctoral para denunciar el regimen por medio
del cual se explota y se oprime al pueblo trabajador, sino que todo
lo contrario, educan al pueblo en desarrollar la confianza en el
parlamento. “Por
otro lado, a contramano del principio del clasicismo, útiliza las
PASO para dirimir sus internas, disputas en las que brilla por su
ausencia el debate ideológico y de programa. Todo lo contrario, la
única contienda de las organizaciones trostkistas en las internas
abiertas es la pelea por los lugares en las boletas.”(Nuestra
Visión, julio)
Desde
el FAR, no rechazamos las elecciones por principio, entendemos que la
lucha se da por medio de todos los métodos, incluído el electoral,
pero por los motivos arriba mencionados el FIT no aporta al
desarrollo de la conciencia de clase y a promover en las masas la
necesidad de la revolución socialista.
En
el Frente de Acción Revolucionaria, consideramos que ante la
profundización de la crisis económica e institucional, la acción
política de las organizaciones clasistas y revolucionarias debe
orientarse a denunciar al Estado como herramienta de la burguesía
para explotar y oprimir a los trabajadores, aportando a elevar la
conciencia de clase. Es necesario promover en las masas obreras que
la única expectativa que podemos tener en conquistar nuestros
derechos y una vida digna es mediante el desarrollo y la
profunización de la lucha. Por eso decimos que en estas elecciones,
gane quien gane, pierde el pueblo; por eso llamamos a votar en
blanco, a impugnar o no votar.
Frente
de Acción Revolucionaria
Por
la unidad de los revolucionarios
Por
la revolución socialista
1http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-268833-2015-03-24.html
2http://tiempo.infonews.com/nota/145428/aseguran-que-dolares-de-argentinos-en-el-exterior-superan-los-u-s-400-mil-m
4http://diagnosticopolitico.com.ar/index.php
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