miércoles, 16 de noviembre de 2011

¡YA SALIÓ LA NUEVA EDICIÓN DE VOZ REBELDE!



EDITORIAL


Un reguero de 2001 recorre el mundo; notoriamente el "mundo árabe", Europa y EE.UU. Y China está por ser alcanzada en cualquier momento…

Movilizaciones masivas contra la corrupción de los funcionarios públicos que en Túnez y en Egipto terminaron con los unicatos de Ben Alí y Mubarak, pero que en lo fundamental se desarrollaron bajo la dirección de asambleas populares. De allí en más, lo mismo ocurrió en la mayoría de los países de Medio Oriente.

A poco de esta sucesión de rebeliones en el mundo árabe, de estas manifestaciones masivas de descontento y gestación de mecanismos parainstitucionales, a Europa le revientan los indignados, particularmente en España y Francia. También allí es el basta a la corrupción de los funcionarios públicos el motivo de arranque de las manifestaciones multitudinarias, y la acción directa más la creación de asambleas populares para garantizar la democracia participativa su sello distintivo.

Lo mismo ocurre desde hace no más de un mes en EE.UU. Los indignados del norte se autoconvocaron para copar la plaza Zuccoti e intentar con ello frenar la ofensiva de los mandamases de Wall Street.

Sin duda, la base de todo este despertar democratizante tanto en el mundo árabe como en el hemisferio norte está conformada por los efectos de la crisis económica del capitalismo desatada en el 2007/2008. Porque desprestigio institucional hace rato que viene padeciéndolo la dominación burguesa. Con la profundización de las contradicciones en su base, esto es, en la economía, se abren las condiciones para una entrada en crisis de la institucionalidad jurídica y política de la dominación. Y a su vez, las posibilidades de desarrollo de experiencias de masas de creación y ejercicio de una nueva institucionalidad.

También se establecen, claramente, las mejores condiciones para que los revolucionarios construyan enraizados en esta dinámica la organización sólida y consistente que pueda preservar un destino de cambio real para todo este movimiento.
No nos es posible determinar con exactitud, pero sí con altas probabilidades de acierto, si acaso no resulta esta época la más grandiosa que ha dado la humanidad desde el triunfo de la revolución rusa a esta parte, para así volver a reiterar una vez más la insoslayable enseñanza de las revoluciones comunistas: sin teoría revolucionaria no hay movimiento revolucionario.

De a millones nos contamos los que venimos peleando contra el régimen incansable e intransigentemente por el mejoramiento de nuestras condiciones de vida, en el mundo entero y en nuestro país también. Nuestro 2001 fue una de las cumbres del historial de lucha de los trabajadores y el pueblo argentino.
También dejó sus varias enseñanzas para los revolucionarios, la más clara de ellas la de que la causa principal de la fragmentación del campo popular radica en la falta de una opción de poder. Y que la responsabilidad de esta falta recae sólo en nosotros, los que nos decimos revolucionarios. Que a pesar de haber transcurrido diez años de aquella gloriosa gesta, continúa siendo la tarea de la hora la puesta en pie de esa opción, de esa estrategia de poder y de la organización que la sostenga.

Hoy, sin duda, quien quiera emprender el camino de construir el partido revolucionario en nuestro país, deberá comenzar por admitir resueltamente la necesidad de atacar la superación de la fragmentación del campo popular a partir del salto a la lucha política, a la lucha por el enfrentamiento a la institucionalidad burguesa. Mejor favor a la burguesía no podemos hacerle como no sea tanto regodearnos en el luchismo como en el horizontalismo y aun el democratismo. La historia de nuestra lucha de clases nos enseña, en segundo lugar, que una organización política revolucionaria se construye con sus dirigentes a la cabeza o con la cabeza de sus dirigentes, pero con dirigentes. Esto es, con agentes políticos que en la práctica demuestran que han asumido la estrategia y que son capaces de orientar al conjunto cuya referencia se han ganado en las tácticas más acertadas. 

Cuidar como la niña de nuestros ojos las instituciones democráticas independientes del Estado que la democracia obrera va haciendo surgir es, entre las principales, la tarea de los revolucionarios allí donde estén insertados. Ayudar a superar el economicismo, el reformismo y el populismo entre los dirigentes naturales más destacados del pueblo, y aun los de otras organizaciones, es otra.

Consideramos que esta tarea hay que llevarla adelante poniendo en la proa la orientación política, esto es, generando, desarrollando y explicitando el carácter superador de la nueva institucionalidad que se vislumbra en las asambleas populares. Institucionalizar su contenido comunista a través del sostenimiento de sus características proletarias como son las de revocabilidad de mandato de sus representantes, salarios promedio como tope, desafuero.

Orientar la lucha hacia este terreno político, vinculado a las relaciones de poder, es el único camino que nos permitirá superar la fragmentación, forjar la unidad revolucionaria y del campo popular, para honrar nuestro 2001 y estar a la altura de la época en que la historia nos llama a acabar con el capitalismo a nivel mundial.

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Situación nacional

EL CAPITALISMO EN SERIO


El contundente triunfo electoral del gobierno dejó claras algunas cosas: a diez años del argentinazo la institucionalidad capitalista fue recompuesta en gran medida, la participación en dos comicios consecutivos fue tan alta como el apoyo popular a un gobierno que con gestos ampulosos supo capitalizar en política la bonanza económica internacional, con una adecuada lectura y aprovechamiento de históricas demandas de nuestro pueblo.

Fue también significativo el discurso de Cristina Fernández  una vez confirmado el resultado de la elección, si bien no dijo nada en materia de medidas concretas, deja entrever mucho el llamado a la unidad nacional y el "reto" a sus partidarios cuando abuchearon a Mauricio Macri, este cambio se vio poco antes en la recomposición de relaciones con entidades de la patronal agraria. La base de este cambio de estilo está en el reconocimiento de que la crisis ha llegado y ya no hay desacople o blindaje que la pueda evitar.

Las condiciones internacionales que hicieron posible (y necesario para el capital) el llamado modelo desaparecieron, la devaluación en Brasil echó por tierra uno de los pilares de la política económica de los últimos gobiernos, una moneda competitiva. La inevitable desaceleración económica en Europa y EEUU implica una baja de la demanda en materias primas y algo que no ha cambiado y se profundiza es la agro dependencia, el monocultivo de soja y la primarización de la economía local, como lo afirmó la presidenta antes de la elección "la Argentina será agroalimentaria" (Ámbito Financiero 21/10/11).

Es en este contexto que el gobierno propuso, a través del ministro de agricultura Julián Domínguez, en el encuentro del G-20 la aplicación de la tasa Tobin(1) al mercado financiero, pero no para el mercado de commodities (Ámbito Financiero 4/11). La lógica de este planteo es que existe un capitalismo bueno, el de los industriales puros que no especulan y otro malo, el de los que viven de la renta financiera. Este argumento sería válido si viviéramos en el siglo dieciocho, pero desde principios del siglo veinte el capital industrial y el financiero son una misma cosa, sino pensemos ¿por qué quebró General Motors en 2008 si el problema de la burbuja era sólo de las financieras?

La realidad, que el gobierno conoce de cerca, es que el capital es uno sólo y corre de una rama a otra de la producción y de ésta, a la bolsa según donde se encuentre el mayor negocio en ese momento; como también de territorio si los costos de producción son menores (léase salarios de hambre) bajo otro cielo. Como muestra basta ver el derrotero de la familia Pérez Companc que ayer centraba sus negocios en el petróleo y hoy concentra  su apoyo al "modelo" en la industria agroalimentaria (Ámbito Financiero 21/11).

Estos capitalistas "buenos", industriales, son los mismos que gracias a la última dictadura reconvirtieron el modelo de acumulación pasando al actual (2), sin dejar de ganar, incluso en los peores momentos de crisis. El empresariado privado (que no incluye a los de servicios públicos) ganó en 2010 unos 20.000 millones de dólares. En el mejor momento del menemismo, ese núcleo empresario ganaba por año entre 5000 y 7000 millones de dólares (La Nación 30/10/11)

El frente interno

El alineamiento del PJ con el Kirchnerismo es tan volátil como las finanzas internacionales. Está al igual que ayer, atado a una caja que ya no es tan robusta y a poco de pasadas las elecciones muestra fisuras en un frente difícil, la familia Moyano. Es que el gobierno sabe que las medidas recientes, quita de subsidios y exigencia a algunas transnacionales de liquidar sus exportaciones en el país, no serán suficientes para recuperar la maltrecha caja estatal en las condiciones de la crisis actual, es necesario poner límites a los reclamos salariales y por eso busca reemplazar al camionero al mando de la CGT por otro burócrata mas dócil. Es que los salarios bajos y el casi 40% del trabajo en negro son pilares del capitalismo en serio, pero no están asegurados como lo dejó en claro el reguero de luchas obreras desde los trabajadores tercerizados y los docentes de Santa Cruz, hasta los choferes de la línea 60.

Esta tendencia al crecimiento de la lucha gremial, con una inflación que no tiene perspectivas de frenarse y con los aumentos que pueden golpear fuertemente el bolsillo de los trabajadores, no se detendrá y ahí Moyano es una piedra en el zapato con sus reclamos del 10% de las ganancias empresariales y sus ambiciones personales, entre otras cosas. Esta es la primer fisura en el frente K, habrá más a medida que la crisis avance, no es imposible preveer como actuarán gobernadores y caudillos que en las últimas décadas cambiaron de color político más que de camisas, igual que la presidenta.

Nuestro camino…

Las elecciones, además del actual apoyo al gobierno dejaron entrever otras cosas. A pesar de la recomposición institucional y la lejanía del 2001, todavía la mayoría de nuestro pueblo rechaza las propuestas más vinculadas al ajuste de los 90, tanto el Duhaldismo como la UCR (en todos sus envoltorios) tuvieron elecciones catastróficas; la segunda fuerza fue una coalición socialdemócrata: el Frente amplio progresista. Ésto y los votos al frente de izquierda muestran un ánimo social que no acepta un rumbo abiertamente neoliberal.

Ante esta situación hay también alentadoras muestras de maduración entre las organizaciones del campo popular y la izquierda con intenciones revolucionarias. La visión de los límites de la lucha sindical, que aunque es y será necesaria, no puede abarcar la totalidad necesaria para trasformar la sociedad. En ese camino empezamos a encontrar coincidencias sobre las tareas (la tarea) de la etapa: forjar un espacio político independiente y más allá de las pequeñas diferencias, poner en el centro de la escena un programa político que muestre el rumbo y la única salida para nuestra clase trabajadora y nuestro pueblo, que no es la de un capitalismo "serio" sino la del anticapitalismo, la salida vendrá por el camino de la unidad con una perspectiva socialista.



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1         Jams Tobin , premio Nobel de economía en los 60 propuso un impuesto a las transacciones financieras como instrumento para  regular el mercado.  
2     Ver nota de Fabiana Arencibia, en este número.


2 comentarios:

  1. Gracias compañeros! arriba los que luchan! Libertad ya a la Galle!!! unámonos para que el gobierno de los derechos humanos deje de perseguir a los luchadores populares!
    Un abrazo fraterno.

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